jueves, 3 de marzo de 2011

Interesante...


Hoy en clase, en la hora de psicología de los grupos, han dicho más de dos verdades (si, estudio psicología). Me ha sorprendido gratamente tanto la asignatura como el profesor. Él, el profesor, ha coincidido al 95% en todo lo que yo creo sobre el tema que hemos tratado. ¿Qué es un grupo abierto? ¿por qué está formado? ¿cómo se comporta el individuo a lo largo del recorrido dentro de un grupo? ¿qué ocurre con el amor de una pareja a lo largo del tiempo?

Son preguntas a las que se la ha dado respuesta. Pero más allá de estas respuestas lo que más me ha impresionado es la capacidad de generalización que posee la teoría.

Todo lo que he pensado en el día será comentado a continuación y se desvelará el motivo de la imagen. Todos tenemos más de una cara. Nunca actuamos igual en la misma situación con distinta gente, cosa un poco obvia pero que da que pensar. ¿Cuál de los "yos" que opinan es el verdadero? Creo que poca gente se hace está pregunta o puede darle respuesta a ciencia cierta.
No obstante como idea más abrumadora está el saber que somos capaces de hacer cosas que jamás nos atreveríamos a admitir en público. Somos capaces porque las hacemos.
Es muy sencillo esconderse en la intimidad, sentirte que nadie lo sabrá. Esto me ha ocurrido hoy a  mí. Posiblemente he hecho cosas que jamás le comentaré a nadie. Tenemos mil caras porque nunca somos verdaderamente sinceros con nuestros compañeros, amigos o pareja, incluso hasta nos escondemos de nosotros.

Yo más de una vez he sentido rabia, frustración, tristeza al no poder descifrar la intención que hay detrás de las acciones, expresiones o pensamientos de mis amigos o mi pareja. A veces he deseado conocer la verdad absoluta de sus pensamientos. Lo que me hace recordar que la verdad siempre duele.

Buenas noches y gracias.

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